viernes, 23 de noviembre de 2018

HUELLAS INVISIBLES

¿Donde guardas aquellas palabras que tan dulcemente me susurrabas al oído?
¿Donde escondes tu sonrisa, tus delicados gestos, tu dulce llanto?
Decías que me querías más que a tu vida, que por mí todo lo darías.

Me hiciste cómplice de tus sueños, partícipe de tus proyectos, encubridora de tus mentiras.
Mi cordura junto a ti se volvió locura, mi soledad compañía, mi llanto risa.
Me compraste la luna, me regalaste la lluvia y pusiste el mundo a mis pies.

Creí cada una de tus palabras que al viento gritabas.
Entre tus brazos me sentía segura, nada ni nadie podría separarme de ti.
Te quería como jamás había querido.

En la oscuridad de la noche, te soñaba
Con la luz del día te buscaba
Mi vida por ti vivía, 

Los años a tu lado fueron pasando y nosotros con ellos cambiando.
Poco a poco fueron desapareciendo aquellas dulces caricias
Dejaste de susurrarme palabras al oído.

Me hiciste pagar con creces la luna, te devolví la lluvia y quité del mundo mis pies
La cordura sustituyó a la locura, la compañía a la soledad y el llanto a la risa
Ya no te sueño en la noche oscura, ahora la noche oscura me asusta.

Cuando me ves callada, mirando por la ventana a la nada
Me dices que soy rara, que si estoy aburrida que planche, que limpie el polvo, que ordene la ropa...
Que me deje de tonterías, que cumpla con mi obligación.

Cuando te pido ayuda, me la niegas
Cuando te hablo, no me escuchas
Cuando opino, me ignoras, te ríes de lo que pienso si no es lo que tu piensas.

Tus palabras ahora son crueles, sabes dar donde más duele
Tu control sobre mis actos, tus desplantes, tu ironía, tu sarcasmo
Tu indiferencia, tus malos modos, tu soberbia, tu desconfianza.

Son las huellas invisibles, las que no laceran el cuerpo
Heridas internas, heridas que duelen en el alma, heridas que no sangran
Lágrimas robadas al silencio, miradas perdidas en el firmamento.









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