lunes, 26 de febrero de 2018

Dicen que estoy loca

Dicen que estoy loca
porque no hago lo que toca.

Toca limpiar el baño
¡no encuentro el paño!

Toca pasear al gato
¡pero solo un rato!

Toca la cocina
¡hasta que suene la bocina!

Limpiar el polvo
fregar los platos

Poner la lavadora
¡con programadora

Toca planchar
¡después de jugar!

Toca coser
¡cuando termine de leer!

Toca doblar las mantas
¡hasta las tantas!

Hacer las camas
freír las papas

Recoger la mesa
¡cuando termine la fresa!

Toca dormir
¡después de reír!

Y aunque dicen que estoy loca,
porque no hago lo que toca

cuando lo que toca hago...
¡me empalago!

lunes, 19 de febrero de 2018

Algo de mí

Un poco de mí puedo darte.
Un poco de mí y nada más,
que luego te lo quedas todo y...
me dejas sin ná.

Fernando y el cangrejo

Está subiendo la marea,
grandes olas
rompiendo contra las rocas.

Fernando, un cangrejo lleva en la mano.
Por una pata lo agarra,
por otra pata, de su dedo aparta.

El cangrejo,
abierta tiene las bocas,
soltarse de la mano de Fernando quiere.

Se hace el muerto, ¡a ver si funciona!.
Como no se mueve, sobre la arena mojada
Fernando lo pone.

Al verse libre el cangrejo,
por patas sale corriendo.
Fernando lo intenta coger de nuevo.

Una oportuna ola, de la orilla se lo lleva.
Y con gran contento el cangrejo...
se marcha mar adentro, mar adentro...

sábado, 10 de febrero de 2018

La manzana podrida

Soy una manzana,
una manzana podrida.
Me caí de un manzano
por no agarrarme con la mano.
Mis hermanas las manzanas,
de buena gana se reían.
¿Por qué  fuerte no te has agarrado?.
¡No te habrías caído del manzano!...

Un gusanillo de mi cuerpo salió,
un gusanillo que me miró.
---- ¡Manzana, manzana!---- me dijo ----, no estés triste,
si tú no te hubieras caído,
yo en tu panza
no me habría metido.

Sobre un montón de hojas secas
la manzana reposaba.
Miró al gusanillo,
miró al manzano.
Mejor, pensó, estoy aquí abajo,
cobijando a este animalito.
Casita y alimento le he proporcionado.
Mejor estoy, que en un manzano colgado.

domingo, 4 de febrero de 2018

Que solo se queda el poeta...

Cerrando los ojos, el poeta va más allá.
Cerrando su boca, el poeta dice más.
Más no tiene sentido, un sentimiento de poeta.

Versos escritos en la noche,
versos robados al silencio,
lágrimas de un llanto incomprendido
de eterna agonía,
compañera indiferente
de extraña melancolía.

¡Qué solo se queda el poeta sin tu compañía!
¡qué solo se queda el poeta!

Tú, ya te has olvidado.
Tú, te has marchado sin mirar atrás,
y...atrás quedó el poeta
con su verso inacabado.

¡Qué solo se queda el poeta sin tu compañía..!
¡Qué solo se queda el poeta en su agonía!.                 

Mi barquito velero

Yo tengo un barquito  velero,
un barquito para navegar,
surco con él los mares y...
juego entre las olas de cristal.

Cuando el viento sopla fuerte,
las hinchadas velas me llevan
por mares de plata y oro,
por arrecifes de coral.

Ni siquiera sé a donde me ha de llevar,
solo sé que busca tras la espuma 
a su sirena,
sirenita del mar.